No hace falta ser influencer ni publicar todos los días para que tu contenido funcione. Lo que sí necesitas es tener claro qué tipo de contenido aporta visibilidad… y cuál te ayuda a vender.

La clave está en el equilibrio. Si solo das consejos pero nunca hablas de lo que ofreces, no vendes. Si solo intentas vender, nadie te escucha. Aquí te dejo los dos tipos de contenido que deberías alternar para crecer y convertir:

Contenido para ganar visibilidad

Este tipo de contenido te ayuda a atraer gente nueva, generar interacción y posicionarte como referente. No está pensado para vender directamente, pero es lo que te pone en el radar.

Algunas ideas:

• Tutos rápidos: enseña algo sencillo que tu audiencia pueda aplicar ya.
• Posts educativos: explica el porqué de las cosas, desmonta mitos, comparte conocimientos.
• POV (puntos de vista): comparte tu opinión sobre algo del sector. Te hace más humano y diferenciador.
• Trends y contenidos virales: si puedes subirte a una ola sin forzar, hazlo.
• Re-memes: usa el humor, pero siempre adaptado a tu temática.
• Coulisses de tu actividad: muestra lo que no se ve. El proceso, el caos, lo real.
• Consejos y trucos: píldoras de valor. A la gente le encanta el “sabías que…”.
• Mini guías prácticas: paso a paso para hacer algo concreto.
• Frases inspiradoras: si encajan contigo, pueden funcionar muy bien.
• Fun facts: datos curiosos de tu sector o de ti.
• Contenido interactivo: encuestas, preguntas, quizzes… cuanto más fácil de participar, mejor.
• Mitos del sector: ¿qué se dice que no es cierto? Rompe creencias.
• FAQ o preguntas frecuentes: responde dudas típicas en formato post, reel o story.

Contenido que vende (sin ser pesado)

Este contenido es el que hace que alguien diga: “quiero trabajar contigo”. Genera confianza, demuestra que sabes lo que haces y deja claro el valor de lo que ofreces.

Ejemplos potentes:

• Resultados o logros concretos: “esto conseguimos con este cliente”, “+20% en 3 semanas”, etc.
• Estudios de caso / casos de clientes: explica el antes, el después y cómo lo hiciste.
• Tu método de trabajo: cómo trabajas, por qué funciona y qué te diferencia.
• Contenido que resuelve un problema concreto: identifica un dolor real y da una solución.
• Testimonios de clientes: nada mejor que otros hablando bien de ti.
• Promociones y ofertas: bien comunicadas, pueden ser muy efectivas.
• Antes / Después: en diseño, webs, procesos, mindset… lo que sea visual o tangible.
• Comparaciones de valor: lo que cuesta no hacerlo vs. lo que ganas al hacerlo.
• Tus diferenciales: ¿qué tienes tú que otros no? Dilo.
• Respuestas a objeciones frecuentes: “no tengo tiempo”, “no sé si es para mí”… y tú respondes.

Entonces, ¿cómo lo combinas?

Lo ideal es tener un mix natural. Piensa en el contenido como una conversación:

• Lo educativo crea confianza.
• Lo personal genera conexión.
• Lo comercial activa la decisión.
  

Si cada semana publicas al menos 1 contenido de visibilidad y 1 de venta, ya vas por buen camino.

¿Y tú? ¿Qué tipo de contenido necesitas reforzar ahora mismo?

Cuéntamelo por DM o deja tu comentario. Y si quieres ayuda para planificarlo bien, ya sabes dónde encontrarme

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